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Aunque el vehículo mueve miles de partes, sigue siendo un solo objeto, y tiene su propio peso, la velocidad obtenida hace que produzca un tipo especial de energía: la energía cinética.
Hay fuerzas físicas que actúan sobre el vehículo, usted como conductor debe saber cómo mantenerlas bajo control y cómo reaccionar cuando se alcanzan los límites de aquellas.
La más básica de ellas es la inercia, que es la tendencia de cada cuerpo a mantener su estado inmóvil o en movimiento. Hay algunas fuerzas que actúan sobre el vehículo que pueden superar la inercia estática, pero una vez en movimiento, se deben aplicar otras fuerzas para superar la inercia del movimiento y detenerlo. No olvide la fuerza centrífuga y la fuerza centrípeta mencionadas en otro capítulo de este documento.
Hay fuerzas naturales que oponen resistencia y deben ser superadas demandando potencia del conjunto motriz: la fricción, el aire, la gravedad en los ascensos. Pero hay otras que aumentan la velocidad, como la misma gravedad en los descensos.
Dentro del propio vehículo, cuando se viaja a una velocidad estable, se forma un sistema de inercia, en el que el pasajero o el área de carga no se mueve, es decir, la velocidad interna cero ya que el vehículo se mueve porque se enfrenta a una referencia externa.
Sin embargo, si la dirección se manipula repentinamente o se aplica una fuerte presión al sistema de frenado, la velocidad relativa (0) se convertirá en la velocidad real hasta que se encuentre un objeto que la detenga. Todo lo que se encuentre en el vehículo, puede ser un bolígrafo, una botella o el propio cuerpo, si se detienen repentinamente, se convertirán en proyectiles y buscarán algo que pueda detenerlos.
Es por eso que el riesgo de viajar sin cinturón de seguridad es tan alto: en este caso, si choca con algo, se moverá a la velocidad del vehículo y golpeará el primer objeto que encuentre hasta que pierda toda la velocidad.
A veces podrá golpear el timón, golpear el parabrisas, tirarlo fuera del automóvil y luego golpear otro objeto, o peor aún, ser atropellado por un automóvil que no se ha detenido.
El peso del vehículo es la atracción que el planeta ejerce sobre la masa del vehículo. La conducción cuidadosa permite controlar el movimiento del peso del vehículo a través de la interacción del timón, el acelerador y el freno.
A continuación, se enuncian algunos conceptos básicos sobre peso de los vehículos que va a encontrar en las especificaciones de los mismos:
Por lo tanto, tenga en cuenta que existe una diferencia entre el peso en vacío, el peso en orden de marcha y el peso bruto máximo del vehículo. La diferencia entre los dos últimos (2) es la capacidad de carga real. No exceda esta capacidad, porque si tiene que moverse de repente, el peso le causará problemas. Es posible que no haya funcionarios de tránsito que exijan transitar con la capacidad máxima de carga, pero habrá algunas reglas más estrictas: las leyes de la física son universales y permanentes, y usted no podrá controlarlas.
Si conduce a una velocidad prudente, el impacto de muchos accidentes o incidentes de tráfico puede ser pequeño, pero cuando se excede la velocidad, no solo aumenta el daño al vehículo sino también el daño a terceros, porque una vez que pierden el control, se detendrá contra un poste, una pared u otro automóvil, pero en el proceso de detenerse podría lesionar o matar personas o animales.
El uso de vehículos rurales o de tipo camión, naturalmente pesados, significa una mayor operación del freno y una mayor distancia de frenado, así como la tendencia de los vehículos más grandes a "volcarse" en las curvas.
Si también agregamos descenso a la ecuación, encontraremos que este tipo de vehículos deben descender más lentamente que otros, porque por su mayor inercia significa un mayor riesgo. No piense que ser propietario de un vehículo moderno desafiará el rendimiento físico. Puede terminar en un accidente en la vía pública. Si su vehículo es "grande", causará más daños y más pérdidas, de las que se lamentaría más adelante.
Cuando vea señales que le adviertan sobre pendientes pronunciadas, tómese un tiempo para bajarlas. A veces, es necesario conducir a baja velocidad para que el conjunto de la caja de engranajes del motor soporte la contención del vehículo, por lo que el pie no siempre estará en el pedal de freno, y no existirá el riesgo de sobrecalentarlos.
Debido a la gravedad causada por el descenso, el peso de su vehículo "aumentará" y tenderá a aumentar la velocidad cada vez más, y el frenado será diferente que conduciendo en carreteras planas.
Siempre dependerá del estado del camino. La superficie de contacto de las llantas normales (165/65 R15) no es más grande que la superficie de contacto de la palma de la mano o la suela del zapato de una persona de tamaño normal, pero la velocidad siempre será mayor al conducir que al caminar.
La distancia de detención (S) consta de dos partes: distancia de reacción (R) y distancia de frenado (F). Se puede estimar aproximadamente la distancia de reacción, multiplicando por tres la primera cifra de la velocidad. La longitud de la distancia de frenado depende de la velocidad, el estado de la carretera, la pendiente, y el estado de los frenos, de las llantas y de la forma de frenar.
Guarde una distancia suficiente entre su vehículo y los otros vehículos. Aplique la regla de los cuatro (4) segundos: seleccione un objeto fijo en la carretera, como un arbusto, y cuando el otro vehículo pase por él empiece a contar 1101, 1102, 1103 y 1104. Si usted pasa antes de terminar de contar, ¡usted está demasiado cerca!
El reflejo se activa cuando ante una situación peligrosa la persona toma medidas correctivas. El tiempo que tarda un conductor en colocar el pie sobre el freno, desde el momento en que ve el peligro, se conoce como tiempo de reacción. Dicho tiempo es de hasta tres cuartos de segundo ¾ de segundo o un (1) segundo y, en este lapso, el vehículo continúa avanzando y recorre una distancia mientras el conductor trata de colocar el pie sobre el freno.
Conozca y cumpla las siguientes recomendaciones:
Entre los diferentes componentes de un vehículo, los neumáticos o llantas son los elementos que requieren más modificaciones por parte del conductor. En algunos países, los rines (anillos de metal con neumáticos) se conocen como llantas.
Toda la funcionalidad al momento del vehículo depende de los neumáticos: al momento de acelerar, frenar o cambiar de dirección. Para que las llantas cumplan sus funciones, los dibujos o surcos de sus bandas de rodamiento deben tener una profundidad superior a 3 milímetros. En el caso de no alcanzar esta profundidad y es demasiado baja (aproximadamente de 1.6 mm) empeora la fricción cuando el pavimento esta mojado, aumentando el riesgo de que se pierda el control y patine el vehículo.
Recuerde que usted debe revisar constantemente que los detectores de desgaste de la profundidad de los surcos (Señalados con la flecha), estén mucho más bajos que la parte de la llanta que hace contacto con el pavimento.
Para que la superficie de la llanta toque correctamente el suelo, es necesario mantener una presión dentro de la cámara (espacio lleno de aire).
Un desgaste irregular en las llantas puede deberse a problemas de alineamiento, de amortiguación o que últimamente se ha conducido con una inadecuada presión de aire. Un desgaste notorio en la zona central de la banda de rodamiento significa que los neumáticos se han usado con exceso de aire, mientras que un desgaste sólo en los extremos de la banda indica que se han usado con menor presión de aire que la recomendada.
Cuando la presión de aire se encuentra demasiado baja en las dos ruedas traseras del vehículo, puede afectar al momento de realizar un giro, ya que con la baja presión del aire la dirección del vehículo es mucho más pesada, y por ende el vehículo se vuelve más pesado de manejar. Cuando solo sucede en una llanta delantera, el vehículo va a tender a torcerse hacia ese lado.
Cuando la presión de los neumáticos es superior a la indicada por el fabricante se pierde la adherencia de los neumáticos, porque será menor el área de contacto llanta-suelo.
Una recomendación importante es que las llantas de atrás se cambien constantemente, pues al frenar bruscamente el extremo trasero perderá algo de adherencia por el desplazamiento del centro de gravedad hacia adelante y se necesitará compensar con el mejor caucho disponible en la parte de atrás.
Las llantas infladas a la presión recomendada por el fabricante bajan la resistencia al rodamiento y reducen el consumo de combustible, al tiempo que se disminuye el desgaste y son más seguras.
Es necesario que usted realice la verificación de los neumáticos frecuentemente (por lo menos una vez cada 10 días) cuando la llanta este fría.
Las llantas tienen una cantidad de magnitudes que sólo expertos en su construcción conocen y pueden explicar, pero al menos su tamaño, debe ser conocido por usted, pues alguna vez tendrá que comprar unas.
Comercialmente hay multitud de nombres, fabricantes, líneas de llantas, pero las medidas de las mismas obedecen a estándares como se mencionaran a continuación:
Si usted tiene dificultades para conocer esta información, use el manual del conductor para saber qué tipo y que medidas recomienda el fabricante. Si usted no conoce con exactitud estos datos, absténgase al momento de comprar las llantas y pida ayuda a otra persona que conozca del tema.
Siga las siguientes recomendaciones para que sus llantas tengan mejor vida útil:
Tenga en cuenta que el frenado de los vehículos pesados es diferente los frenados de los pequeños, en el caso de vehículos que transporten carga o pasajeros requiere mayor distancia para frenar exitosamente. Sin embargo, existen mecanismos de buses y camiones modernos que pueden tener un frenado más eficiente y no requieren pisar el pedal del freno. Usted debe saber que no siempre verá encenderse los stops del bus o camión antes de notar como se acerca a ellos.
El uso frecuente e innecesario de los frenos pueden soportar calentamiento y en algunos casos pueden dejar de funcionar, ya que la fricción de las pastillas- discos o bandas-campanas) se calientan demasiado y pierden su fuerza al momento de frenar.
Al momento de bajar una pendiente es recomendable hacerlo con un cambio bajo, de forma que solo tenga la necesidad de frenar antes de iniciar una curva. El método apropiado de entrar en una curva con seguridad es con anterioridad disminuir la velocidad y luego ir acelerando progresivamente.
Algunos conductores creen que deben usar los frenos en una bajada, pero soltándolos de vez en cuando les permite que no se recalienten. Pruebas han demostrado que esta afirmación es incorrecta ya que los frenos se enfrían muy despacio y el espacio de “descanso” que se deja entre cada frenada no es suficiente para lograr el enfriamiento. También, el vehículo cobra velocidad cuando se deja de frenar, lo cual implica la necesidad de un frenado con más fuerza para reducir y controlar la velocidad. Tenga presente que usted no está compitiendo en las vías y que debe proteger su vida.
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